La mayoría de los uruguayos considera que le interesa el teatro.
Existe una larga tradición de apoyo en todos los órdenes en lo que tiene que ver con lo popular. Todo el teatro uruguayo ha sido construido sobre el amor y el trabajo denodado de muchas generaciones que fueron creando, inventando y construyendo instrumentos propios para su representación y difusión.
Esta tarea ha sido reconocida por uruguayos que saben de la larga lucha de los artistas para crear un teatro nacional, del que en el día de hoy nos podemos sentir orgullosos por su calidad, profesionalismo y belleza destacada aún fuera de fronteras.
Pero la historia es larga y llena de sacrificios, y también llena de satisfacciones. No estamos en el día de hoy en la misma situación que hace setenta y cinco años, sin embargo con diferencias evidentes permanecen los ideales y los principios de quienes fundaron los primeros grupos independientes que luego se unirían en la Federación Uruguaya de Teatros Independientes.
El movimiento independiente apareció en su nacimiento como una forma posible de realizar un Teatro de Arte en nuestro medio, de un modo continuado y sistemático, teniendo como antecedente fundamental la fundación de la FATI (Federación Argentina de Teatros Independientes) en 1945.
El teatro es, dentro del gran abanico de manifestaciones artístico culturales, una herramienta formidable de reflexión y por lo tanto de encuentro.
Se supo desde el comienzo, que el verdadero teatro no era el de la “distracción”, sino el del compromiso.
Un teatro de arte y popular debía tener sus raíces en la historia, su accionar en el presente y sus objetivos en el futuro, y por ser verdadero necesita de todos; de los profesionales de la escena que aportan su oficio y de la sociedad toda, que desde la platea participa, reflexiona y crea, completando el círculo mágico de la representación.
“hallándose sujetos a las mismas necesidades y abocados a los mismos problemas, se hace necesaria una agremiación en la que, por medio de la ayuda mutua y la unión de fuerzas e ideales, se consiga un mejor porvenir para el movimiento de teatro independiente en nuestro país.”
Entendiéndose por Teatro Independiente:
“aquel grupo que tenga una calidad artística general, que realice su gestión artística sujeto a una categoría de buen teatro y manteniendo una línea elevada de arte y que no encara el teatro como una empresa comercialmente lucrativa de manera esencial”.
Dentro de las bases de la creación de la Federación se establece que:
“será fin de la misma el logro urgente de todos los medios materiales necesarios para la actividad continuada de los núcleos teatrales que la integran, incluyéndose locales para trabajo, ensayo y representación, escenografía, accesorios escénicos y en general todo lo que se considere necesario a ese efecto y será su finalidad permanente realizar una obra de Educación y de Cultura, por medio de las Artes Dramáticas, y debe permanecer ajena a toda tendencia política religiosa o filosófica, pero luchará por la libertad, la justicia y la cultura”
Una cosa importante a tener en cuenta es la independencia de cada teatro federado en lo que le es propio, desarrollando su plan de trabajo con absoluta autonomía. Han sido muchos los actores, directores, diseñadores y técnicos que han hecho posible esta construcción.
En 1951 se aprobaron oficialmente sus Estatutos y en 1963 FUTI aprueba los principios esenciales que han sido inspiradores del accionar de nuestra Federación:
- Independencia de toda presión que nos desvíe de nuestros objetivos.
- Generar un teatro de arte técnicamente solvente, basado en la investigación y la experimentación.
- Propender al desarrollo del teatro nacional, en lo que tiene que ver con nuestras raíces y nuestros valores, privilegiando al autor nacional.
- Popularizar a nuestro teatro, en el sentido que es la expresión de un país en tanto sea patrimonio de su pueblo.
- Generar un teatro de arte técnicamente solvente, basado en la investigación y la experimentación.
- Propender al desarrollo del teatro nacional, en lo que tiene que ver con nuestras raíces y nuestros valores, privilegiando al autor nacional.
- Popularizar a nuestro teatro, en el sentido que es la expresión de un país en tanto sea patrimonio de su pueblo.
Aparecieron así sólidos grupos dentro del Teatro Independiente, se abrieron salas teatrales y se realizaron giras internacionales.
Todo esto se hizo posible con el talento, la voluntad y el esfuerzo de hombres y mujeres que entregaron su tiempo, es decir su vida al teatro, poniendo en muchos casos como garantía sus bienes personales.
La Federación ha organizado Festivales Nacionales e Internacionales, Asambleas, Muestras, Reuniones, Mesas Redondas, Plenarios, Exposiciones, Talleres, Encuentros, Concursos de Dramaturgia y Ensayos sobre Teatro que culminaron publicándose.
A partir de 1985 reinstaurada la legalidad institucional la FUTI resurge logrando la exoneración de impuestos municipales para los espectáculos de grupos federados.
Participa junto a otras instituciones en la redacción de un Anteproyecto de Ley de Fondo Nacional de Teatro, que es aprobada en 1992 creándose la COFONTE (Comisión de Fondo Nacional del Teatro) que FUTI integra de manera permanente.
En 1986 lleva adelante la Red de Extensión Cultural (RECI) que llevó obras teatrales a los barrios y que deriva posteriormente en Convenios realizados con la IMM que consistían en compra de entradas para los vecinos para asistir a los espectáculos de las salas federadas y talleres de teatro barriales y posteriormente el Convenio de Salidas a los Barrios.
Presentó varios proyectos que fueron aprobados por el Fondo Capital de la IM y que se realizaron con notable éxito: Caleidoscopio, Primavera Ecológica con los Niños, Memorias de mi Ciudad, entre otros.
A los grupos fundadores se le fueron uniendo otros, que han aportado su savia nueva a la experiencia de los anteriores, pero todos con la convicción de que para seguir adelante hay que sumar esfuerzos, creatividad, participación, construyendo propuestas destinadas a la comunidad, que representen el aporte del Teatro Independiente a la Educación y la Cultura de la sociedad, contribuyendo además a afianzar nuestra identidad.
En estos 75 años, la Federación Uruguaya de Teatros Independientes ha continuado trabajando fiel a sus principios.
No estamos en el día de hoy en la misma situación
que en aquel marzo de 1947 cuando reunidas por primera vez 18 Instituciones Teatrales de Montevideo y del Interior, de las cuales algunas permanecen al día de hoy en la Federación como fundadoras e iniciadoras de una época, acordaron el siguiente objetivo común:
“la necesidad de una agremiación en la que, por
medio de la ayuda mutua y la unión de fuerzas e ideales, se consiga
un mejor porvenir para el movimiento de teatro independiente en
nuestro país”.